Fundamentación Lema Curso 2024/2025
Y tú… ¿dónde estás?
Y tú… ¿Dónde estás? invita a la reflexión sobre nuestra ubicación en el viaje de la vida. A menudo, nos encontramos desorientados, como si camináramos sin un GPS que nos guíe. En esos momentos de incertidumbre, la fe propone que no estamos realmente perdidos, sino que Dios nos envía señales y coordenadas para reubicarnos.
La pregunta “¿Dónde estás?” suscita una llamada a la interioridad y al discernimiento personal. Se trata de situar una ubicación física en nuestro corazón. Aunque a veces nos sintamos perdidos, hay una presencia constante que nos busca y nos ofrece guía. Los lugares físicos y los episodios de nuestras vidas son hitos que, al igual que en la vida de Jesús, están cargados de significado y pueden ser interpretados como coordenadas que nos ayudan a encontrar nuestro camino.
En la vida de Jesús, cada lugar desde Belén hasta el Calvario marcó un episodio significativo que redefinió su misión y su mensaje. De manera similar, se nos invita a reconocer esos lugares significativos en la vida de madre Petray en nuestras vidas.
Este lema nos anima a buscar las señales y a estar abiertos a las coordenadas que Dios nos envía, confiando en que, incluso cuando nos sentimos perdidos, hay un camino que nos lleva hacia adelante.
A su vez nosotros tenemos la necesidad de buscar a Dios y encomendarnos a Él, confiar en su guía y providencia, incluso cuando no entendemos completamente el camino o el destino. Es un acto de fe reconocer que con Dios, todo es posible.
Dejarnos encontrar por Él y preguntarle ¿Dónde estás en mi vida? ¿Dónde moras?.
Es una invitación a ser conscientes de nuestra propia ubicación espiritual y al mismo tiempo estar atentos a las necesidades de los que nos rodean, actuando como las manos y los pies de Cristo en el mundo.
Lectura del santo evangelio según san Juan (1, 35-42)
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?». Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?». Él les dijo: «Venid y veréis». Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.